¿Match…, qué? Puede que hayas oído el término “match” últimamente, refiriéndose a la coincidencia de dos perfiles que se gustan mutuamente. Pues bien, el “matchmaking” es la principal función de las agencias matrimoniales, que no es otra que encontrar perfiles afines a los que presentar para que se conozcan y puedan iniciar una relación amorosa. Una especie de Celestina moderna.
Las agencias matrimoniales hacen un trabajo exhaustivo para conocer a fondo a sus clientes a través de entrevistas y tests de personalidad, y así poder encontrar al candidato idóneo para cada persona. La búsqueda de perfiles afines se hace de forma manual y eso es lo que le da un valor extra a su labor: es minuciosa, personalizada y humana, lejos de los algoritmos engañosos de las aplicaciones de citas.
Los profesionales de la agencia (que suelen ser psicólogos y coaches) se dedicarán a contrastar perfiles hasta dar con una persona compatible y con un alto grado de afinidad que puedan proponerte para una primera cita. Y en el caso de que esa persona no termine de gustarte no hay problema, porque seguirán buscando hasta dar con la adecuada.